viernes, 1 de enero de 2016
La almeriense Maléfica llegó a Ripollet, Barcelona
Recién llegada a su hogar
A Maléfica la encontramos a pleno sol en la colonia, estaba junto a sus hermanos en una mugrienta caja de zapatos que posiblemente una vecina del barrio dejó. Estaban quietos, casi muriendo. Gracias a la ayuda de una de las perras de la casa y el biberón lograron sobrevivir. Fue una lucha importante pero salieron de ella.
Todos sus hermanos encontraron hogar en Almería pero Maléfica se fue a Barcelona como Lala.
Es feliz.
Santiago nos cuenta como es la vida con ella.
MALÉFICA
por Santiago Guerrero
30 de marzo 2015
La noticia tardó pocos minutos en saltar a los teletipos de los medios de comunicación de todo
el mundo. Bueno, menos en Corea del Norte, y por razones obvias.
Me había dado un infarto.
Mi mujer y mis niños sufrieron más que yo. Así que, aunque ya teníamos un perrito en casa, de
nombre Ronnie… sí, Ronnie de Ronaldo, de Cristiano Ronaldo, ¿algo que objetar?, bueno,
sigo… como decía, aceptamos el ofrecimiento que nos hizo mi buena amiga Fátima de
mandarnos una gatita.
Mi mujer tardó poco en elegir el nombre de la gata: Maléfica. Pongo a prueba vuestra
sagacidad para adivinar de qué color puede ser una gatita a la que se le pone el nombre de
Maléfica. No, a topos no, en ese caso se hubiera llamado Cruela…
Y así, el 26 de mayo, hoy hace justo 7 meses, la almeriense Maléfica llegó a Ripollet. Solo por
ver las caras de los niños, mereció la pena. Tened en cuenta que la niña, Luna, tiene 10 años, y
Santi Jr. tiene 6.
No ha tardado en convertirse en la " muñeca" preferida de Luna, aunque de vez en cuando se
lleve algún arañazo. Aunque para eso, su preferido es Santi Jr., me supongo que porque es el
más pequeño y el que está más a su alcance.
Y mi mujer la más feliz teniendo una gata negra que se llama Maléfica.
Siempre me han gustado los gatos, pues tienen un muy mucho de enigmáticos. Ya sea por la
mítica Bastet egipcia, la Bastis griega. O por los no menos míticos gatos tibetanos, telepáticos
ellos. Los gatos, tan queridos de las brujas. Los gatos, que dicen que es buen tratamiento
contra los problemas cardíacos.
Eso sí, nos ha destrozado el sofá, y hay que tener especial cuidado cuando comienza sus
expediciones por lo alto de mesas, sillas y estanterías.
Le gusta saltar para intentar alcanzar las luces de los coches reflejadas en la pared. Como si
persiguiera un rayo de Luna. ¿Será por esa tan querida querencia de los gatos por la Luna?
Sea como sea, disfruta saltando una y otra vez.
Mimosa, lo es y mucho. Para disfrute de toda la familia.
Maléfica, ¡qué bueno que viniste!
Maléfica descansando
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